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The month of February offers us a night sky dominated by the Milky Way of the Winter, crossing the firmament from West to East with 2 of its minor arms, Perseus's and Orion's. This wide band is generous in objects very interesting for a telescope or binocular observation, in first place the many and beautiful open clusters, which enrich the constellations of the area. Among others, we can suggest the 3 clusters in Auriga (M36, M37 and M38), the Perseus's Double Cluster or the charming ET 'the Extraterrestrial' cluster in Cassiopeia.
Among the constellations, no doubt that a special protagonism is held by Orion, the mythical giant hunter, as well as his great dog, Canis Mayor, whose eye is the star Sirius, the brightest in the sky as far as our eyes can perceive. All the same, we should not forget the fascinating view of the Great Orion nebula, a big star nursery which through a telescope appears as a ghostly cloud with the shape of a dove with the open wings.
Among the planets, only Mars is still present, setting down earlier and earlier in the West, while the Moon will show her First Quarter on day 12th, reaching on that date the best moment for her observation.. A telescope can reveal us the secrets of her seas of lava, which often host smaller or bigger craters, bordered by ranges of high mountains, sometimes separated by steep ravines and narrow valleys. Exceptional views we should not miss.
Clear skies to everybody!
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Este mes de febrero nos presenta un cielo dominado por la Vía Láctea del invierno, cruzando el firmamento de Oeste a Este con dos de sus brazos menores, el de Perseo y el de Orión. Esta amplia franja está repleta de objetos muy interesante para su observación con un telescopio o unos prismáticos, destacando los numerosos y bonitos cúmulos abiertos, que adornan las constelaciones de esta zona. Podemos citar, entre otros, los tres cúmulos de Auriga (M36, M37 y M38), el Doble Cúmulo de Perseo o el encantador cúmulo de ET el extraterrestre, en Casiopea. Entre las constelaciones, sin duda un especial protagonismo lo tiene Orión, el mítico gigante cazador, así como uno de sus perros, el Can Mayor, cuyo ojo es la estrella Sirio, la más brillante entre las que alberga el cielo nocturno. Tampoco debemos olvidar el espectáculo que nos brinda el gran criadero de estrellas que es la Gran Nebulosa de Orión, que a través del telescopio nos parece una nube fantasmal en forma de tórtola con las alas desplegadas.
Entre los planetas mayores, sólo Marte se resiste a desaparecer, poniéndose cada vez más pronto en el Oeste; la Luna en cambio estará en el Cuarto Creciente el día 12, momento en el que alcanza el máximo interés su observación. El telescopio nos revela los secretos de sus mares de lava, que a menudo albergan pequeños o grandes cráteres, bordados por cadenas de montañas elevadas, a su vez separadas por con grandes riscos y desfiladeros. Un espectáculos excepcional que de ninguna manera debemos perdernos.
¡Cielos despejados para todos!
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