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Being already over the Daylight Saving time, November allows us to enjoy the night sky without sacrificing our sleeping hours. In the first week of this month, the Moon is the protagonist with her full phase on the 4th day. Even with the naked eyes, we can distinguish darker areas (the 'seas') surrounded by clearer and whiter ones. A telescope can reveal ranges of mountains crossing her surface, craters of all sizes, islands in the middle of the seas and many other details that leave us astonished. A wonderful sight that nobody should miss!
As the big planets are not visible in this epoch, in the Autumn sky the beautiful constellations raising from the East draw our attention, being preceded by the bright cluster of the Pleyades. The Greek mythology tells us these seven sisters asked to be transformed into stars in order to escape from the giant Orion. In the Milky Way area nearby, Auriga (the 'big-driver') proposes his far but bright open cluster, as well as Taurus showing us his treasures, such as the Hyades, surrounding the brilliant yellowish star Aldebaran, marking the bull's eye.
Clear skies to everybody! ..
Con la vuelta al horario de invierno, el mes de noviembre nos permite disfrutar del cielo nocturno sin renunciar al sueño. En las primera semana del mes, la protagonista es la la Luna, que alcanza la fase de plenitud el día 4. Ya a simple vista se nota que en su superficie hay zonas más oscuras (los 'mares') y otras más claras y brillantes. El telescopio nos revela las cadenas de montañas que la surcan, así como cráteres de todos los tamaños, islas en el medio de los mares y un sinfín de detalles que nos dejan boquiabiertos. Un espectáculo que nadie debería perderse.
Ante la ausencia de los grandes planetas, en el cielo del otoño llaman la atención las bonitas constelaciones que están apareciendo en el horizonte Este, anunciadas por el brillante cúmulo de la Pléiades. La mitología griega cuenta que estas siete hermanas pidieron ser transformadas en estrellas para escapar al gigante Orión. En la cercana zona de la Vía Láctea, Auriga (el 'Cochero') nos trae sus bonitos y lejanos cúmulos abiertos, así como Tauro, que no quiere ser menos, nos propone tesoros como las Híades, que hacen de corona a la inconfundible estrella amarillenta Aldebaran, que marca el ojo del Toro.
¡Cielos despejados para todo! ....